Ante el éxito del Top 10 que publicamos en Navidad con ideas originales para regalar a niños, jóvenes y padres amantes de la arquitectura y el diseño contemporáneo, volvemos con un segundo volumen. ¡No os lo perdáis!
Esculturas arquitectónicas de Chisel & Mouse
Desde el Reino Unido, los hermanos Robert y Gavin Paisel recrean edificios icónicos y paisajes urbanos. Están hechos a mano utilizando tecnología de impresión 3D y técnicas artesanas. El nombre de la marca, Chisel and Mouse, describe esta mezcla entre artesanía (chisel en inglés significa cincel) y tencnología (mouse en alusión al ratón del ordenador). Sus pequeñas esculturas cuentan con todo lujo de detalle, fieles a las construcciones originales. Empezaron en el año 2011 y su catálogo suma ya decenas de piezas, entre ellas la Escuela Bauhaus de Walter Gropius, la casa Farnsworth de Mies van der Rohe o el Museo Guggenheim Bilbao de Frank Gehry. Los podréis adquirir en su online shop.
Encontrar el Centro de Gravedad con The Balancing Blocks
The Balancing Blocks fue literalmente el primer producto del estudio neoyorkino Fort Standard. Cuenta su fundador, el diseñador Gregory Buntain, que la idea surgió en un momento de necesidad económica. En 2011, tras gastarse el primer sueldo en el alquiler de un almacén en el muelle Red Hook de Brooklyn, creyeron oportuno desarrollar algún objeto pequeño que se vendiera rápido y, así, generar cash flow. Produjeron los primeros prototipos con restos de madera de sus muebles y otros que recogían de las calles de Nueva York. Las piezas se empezaron a vender como churros.
Actualmente The Balancing Blocks forma parte del catálogo de Areaware. Sus formas esculturales agudizan el ingenio de cualquiera que ose desafiar a la fuerza de gravedad. Están hechos de roble macizo y cubiertos con una pintura a base de agua. Disponibles en varias opciones de color.
Nuevos iconos contemporáneos de Ikonic
Los holandeses Ikonic elaboran juguetes de madera de esos tan bellos que uno los usaría más para decorar, que para jugar. Su idea es crear nuevos clásicos del diseño y para ello cuentan con la colaboración de diseñadores actuales como Floris Hovers. Además de la estética, no olvidan la sostenibilidad. Los encontraréis en un montón de museos.
Maykel Roovers, el más crítico
En su trabajo final de carrera, el diseñador Maykel Roovers quiso poner en evidencia cuán magnas son algunas edificaciones modernas. Para ello, las transformó en bloques de madera y las presentó durante la Dutch Design Week de 2012 bajo el nombre de Critical Blocks. Su objetivo era mostrar la magnitud la arquitectura original frente a sus miniaturas. Los construyó usando corte por láser e impresión 3D.
El propio diseñador se sorprendió gratamente al ver que los niños jugaban de forma espontánea con la planta de energía nuclear en miniatura, con la mega granja y con el edificio de apartamentos, ajenos a los aspectos políticos y sociales implícitos en sus piezas. «Es increíble la inocencia de los niños en contraposición con la seriedad del mundo adulto (a veces tan doloroso a gran escala)», afirmó. Lo puso a la venta en su e-shop.
La casa caleidoscópica de Laurie Simmons y Peter Wheelwright
En el año 2001 la artista multidisciplinar Laurie Simmons diseñó junto al arquitecto Peter Wheelwright una casa de muñecas «caleidoscópica». Se convirtió en un objeto de culto ipso facto.
Kaleidoscope House, producida por Bozart Toys, es ultramoderna e interactiva. Su interior está decorado con muebles de diseño contemporáneo de Karim Rashid o Ron Arad. También cuenta con mini obras de arte, fotografías y esculturas de Peter Halley, Carroll Dunham y de la propia Simmons. Hasta hace un par de años se podía encontrar en tiendas de museo, como la del MoMA o el V&A.
Ladrillos para futuros ingenieros y constructores
Detrás de la marca Unit Bricks encontramos una familia aficionada a la arquitectura y a la ingeniería. Su proyecto nació a raíz de la observación de sus propios hijos. Veían cómo jugaban a construir casas y castillos, y a partir de ahí se animaron a crear su propia versión. La suya se aleja de los bloques típicos, que percibían demasiado ligeros, demasiado grandes o con formas poco interesantes. Las piezas de Unit Bricks están hechas de madera ecológica (100% cultivada, se aprovecha todo el árbol, raíces incluidas) y con colores naturales mezclados con agua. El resultado es espectacular.
Cabañas DIY de Trígonos
Los niños que se pasan el día desmontando los sofás y construyendo cabañas con cojines, mantas, telas y todo lo que encuentran por casa, disfrutarán con las casitas de Trígonos (y los padres seguro que lo agradecerán). La marca catalana impulsada por Josep Maria Figueras invita a dejar volar la imaginación y a que cada «arquitecto/a» construya su propia guarida. Con varillas de madera, bloques conectores y unas cuantas telas se pueden armar infinidad de combinaciones. Los venden en pack o por separado.
Micro edificios Nanoblock para (muy) manitas
Aquellos que aún no conozcan nanoblock debe saber que son micro bloques de construcción. El tamaño de cada pieza es 8 veces más pequeño que un bloque LEGO. Un invento muy japonés, popular entre jóvenes y adultos. Tienen un catálogo inacabable (animales, instrumentos musicales, personajes famosos, comida…). Nosotros nos quedamos con las ciudades y edificios.
Ciudades de madera de Wodibow
Si hablamos de Wodibow, hablamos de madera. Su colección Arching se compone de bloques para construir puentes, acueductos y arcos de medio punto al estilo de los antiguos romanos, pero sin cemento ni pegamento. Un juego ideal para futuros arquitectos e ingenieros que deberán descubrir cómo montar sus muros de carga, dovelas, jambas, tímpanos e impostas. Diseño, ingenio y fuerza de gravedad concebido por una empresa española premiada con varios Red Dot Award.
DIY Paper Craft Cities, de Studio Roof
Studio Roof es una de las marcas más hermosas de paper craft. La conocemos por sus enormes máscaras aztecas y langostas que adornan multitud de paredes. Cada año amplían la colección con nuevos productos, como los skyline de las ciudades más populares del mundo, Madrid y Barcelona entre ellas. Una opción ideal para los más hábiles con las manualidades.
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