Por: Carla García-Abadías

En el norte de Chequia, casi tocando Polonia, existe un pintoresco pueblo llamado Horní Malá Úpa con un paisaje de cuento de hadas. En medio del bosque y rodeada por nieve, el estudio de arquitectura ADR (Aleš Lapka + Petr Kolář) ha proyectado esta bucólica cabaña roja con planta en cruz, para el gerente de una estación de pistas de esquí.

Planta en forma de cruz

La morfología de la cabaña, con planta en cruz y techo a dos aguas, se inspira en la construcción tradicional del área del Parque Nacional Krkonoše. Sin embargo, su diseño va más allá de lo convencional. Cada brazo de la cruz alberga una función diferente y maximiza las impresionantes vistas panorámicas del privilegiado -y relajante- entorno natural que la envuelve. Desde la ventana del comedor, por ejemplo, se puede contemplar la majestuosidad de la montaña más alta de la República Checa, llamada Sněžka.

Una cabaña de abeto

La cabaña se ha construido como una estructura de madera prefabricada que descansa sobre una base de hormigón, adaptada al terreno. La fachada está hecha de tablas de abeto sin cepillar y pintada de color rojo, un guiño a las típicas construcciones de madera de la montaña. La elección de la madera como material principal no solo es estética, sino también funcional. La madera proporciona un excelente aislamiento térmico y acústico, además de crear un ambiente cálido y acogedor. La instalación eléctrica interna proporciona ventilación, iluminación, calefacción y calentamiento de agua.

La entrada al refugio se realiza por el lado este. El interior, de 94 m2, se divide entre una planta baja con la zona de estar (con recibidor, salón, aseo y trastero) y un ático habilitado con dormitorio, baño y sala técnica. Las dos plantas se conectan con una escalera de caracol, hecha en acero, que serpentea alrededor de la chimenea, justo la intersección de los ejes de la cruz.

Aquí la madera también es protagonista. Se convierte en el material de construcción del refugio, así como en el vínculo con la naturaleza que la rodea. Los elementos estructurales, suelos y muebles hechos a medida están fabricados con abeto macizo. Todos los detalles están diseñados con mimo, como las vigas de madera vista.

En cuánto al mobiliario, también es un reflejo de la artesanía tradicional y, como el resto de elementos, conecta de forma explícita con el entorno montañoso.

Bučina Cottage, que así se llama esta cabaña de montaña, aúna el equilibrio perfecto entre lo práctico y lo estético. No solo es un refugio funcional, sino también un homenaje a la naturaleza y a la tradición local.

Estudio de arquitectura: ADR (Aleš Lapka + Petr Kolář)

Fotografías: ©BoysPlayNice

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