Candylab Toys recupera la elegancia de los coches americanos de mediados de siglo XX para reproducirlos en pequeño formato. Hechos de madera de alta calidad, sus fascinantes diseños son un auténtico y fiel homenaje al glamour de aquellos muscle cars con los que nos hubiera encantado recorrer la Costa Oeste.
Inspirados en el diseño moderno
Candylab Toys está en Brooklyn. Cuentan sus propietarios (diseñadores, ingenieros, amantes de los coches y padres) que montaron la marca bajo los principios básicos del diseño moderno de mediados de siglo: artesanía, calidad, buenos materiales naturales y precios al alcance de todos. De su amor por los automóviles de la época, por los niños y por el coleccionismo nació una de las mejores compañías de juguetes de madera.

Candylab Toys: de Kickstarter al mundo entero
Como tantos otros antes, los inicios de Candylab se remontan a la financiación colectiva. Empezaron a través de la plataforma Kickstarter y pronto reunieron el capital suficiente para empezar a comercializar sus pequeños bólidos.

La compañía ha ido creciendo (hoy venden prácticamente en todo el mundo) e incorporando un sinfín de modelos y complementos, pero su misión sigue intacta. Son la alternativa perfecta a un mercado infantil saturado de juguetes de plástico.
Sus coches están hechos de madera de haya sólida y decorados con pintura a base de agua y una capa de uretano transparente. Las llantas son de plástico ABS, con neumáticos de goma de calidad superior.
Muscle cars, rancheras y tablas de surf
En su catálogo encontramos distintos tipos y tamaños de coches. Candycar son los pequeños y más económicos ($9,50). Incluyen modelos tipo Wagon o Sedan, así como coches de carreras, de policía o taxi.

Luego están los Junior y la divertida gama de furgonetas: de donuts, helados, tacos, hot dogs o hasta del SWAT.

Tampoco tiene desperdicio la línea Americana, con sus coches surferos y caravanas traseras.


Accesorios vintage
Además de distintos tipos de coches, la colección se completa con accesorios muy auténticos: un motel, un drive in, una torre de vigilantes de la playa de Malibú o cactus. Todo ello con una estética cuidadísima que gusta por igual a niños y mayores.

El packaging, como no, también es exquisito.


A partir de $9,50 en su web.