Un tablero. 16 piezas por jugador. 64 casillas. Y mucha estrategia por delante. Hay ajedreces, no obstante, que son mucho más que un juego. Pequeñas obras de arte que, a menudo, son más decorativas que lúdicas. He aquí una selección de los ajedreces de diseño más estilosos para que jugar sea todo un placer.
My First Chess Game, de Ingela P.Arrhenius
Todo lo que ilustra la diseñadora sueca Ingela P. Arrhenius es una joya. Y su ajedrez de madera para Vilac no es para menos. El estilo naive de Ingela, con clara influencia del diseño de los 50 y 60, convierte este juego de ajedrez en una auténtica obra de coleccionista. La mejor opción para iniciar a los estrategas más pequeños de la casa a poner en práctica sus habilidades tácticas. Recomendado a partir de 6 años.

Ajedrez tubular, de REMEMBER®
Los alemanes REMEMBER® son un clásico de las tiendas de museos. Su insignia: las formas y los colores. Entre su amplio catálogo de design gifts, además de tangrams y memories, cuentan con un ajedrez de fichas tubulares. Hecho en madera y de líneas simples y elegantes. A partir de 7 años.



Ajedrez 3D, de Lupe Toys
Se llama Prisma y está inspirado en las formaciones rocosas y de los minerales. Es un dos en uno: puzzle y ajedrez. Las piezas del tablero se forman como un rompecabezas 3D. Editado por la marca mexicana Lupe Toys, cuyos diseños homenajean las formas de la naturaleza. También disponible en edición viaje.



Ajedrez ecofriendly, de Londji
La marca catalana Londji cuenta con una versión sostenible de del juego de estrategia más universal. Está hecho en cartón reciclado. Viene con un packaging ultra-slim y uno mismo debe montar sus propias fichas. Se llama Noir & Blanc.



Ajedrez vikingo, de Les Jouets Libres
Lucha de vikingos sobre el tablero. Los franceses Les Jouets Libres proponen una batalla para conquistar la Corte del Rey. Antes de empezar la partida, habrá que customizar cada pieza de madera con su correspondiente pegatina. La bolsa que contiene las piezas, de algodón orgánico, se convierte en el propio tablero de juego. Diseñado por Roman Krajewski. A partir de 5 años.



Ajedrez arquitectónico, de Skyline Chess
Para los futuros arquitectos y los no tan niños, Skyline Chess propone batallas arquitectónicas entre los edificios más famosos de ciudades como Londres, Nueva York, San Francisco o Dubai. Un juego donde el Empire State Building es la Reina, el Flat Iron el caballo y el Guggenheim Museum la torre.



Ajedrez surrealista, de Man Ray
Entre artistas anda el juego. Fruto de su amistad con el pintor Marcel Duchamp, gran aficionado al ajedrez, Man Ray diseñó este surrealista ajedrez en 1920. El artista y fotógrafo americano plasmó el espíritu de la época a través de 32 fichas de formas geométricas. Pirámides, frascos, pergaminos o tocados cónicos desfilan por un tablero de madera maciza de haya. Casi un siglo después de su creación, Man Ray Trust reedita esta obra fiel a su original. Made in Germany.


Das Bauhaus Schachspiel
En el año de su centenario, no podemos cerrar el artículo sin incluir el ajedrez Bauhaus. Diseñado en 1923 por Josef Hartwig, maestro artesano de la madera, escultor y profesor de la Bauhaus Weimar. Sus piezas parten del principio básico de la Bauhaus: la forma sigue a la función. El movimiento de cada ficha define su silueta: una X para el alfil (que se mueve en diagonal), una L para el caballo y una esfera corona la reina, libre de desplazamiento. Además, el tamaño de cada pieza se define por la jerarquía de ésta. Elegancia y minimalismo puro.



haber si ponéis mas diseños