Los pequeños diseñadores, inventores y carpinteros disfrutarán montando su propia silla de madera. Una fantástica forma de practicar los procesos de producción y crear una bonita pieza de mobiliario en familia.
Hamaika. Once.
Si los días de confinamiento se te hacen eternos y ya se te han acabado las ideas creativas para distraer a los niños (o no tan niños), aquí tienes una solución. Se llama Hamaika y, seguro, os tendrá entretenidos un buen rato.

Su nombre la define. Hamaika significa «once» en euskera. Y es que precisamente once son las unidades que componen esta preciosa silla diseñada por Unai Rollán. Con once listones de madera de pino, todos iguales, el diseñador vasco propone a los más pequeños y a sus familias construir su propia silla prácticamente desde cero.


Fácil de montar
Hamaika se presenta en un paquete plano. Cada listón de madera va numerado alfabéticamente para facilitar el montaje. Y, por descontado, incluye todos los tacos de madera y la llave Allen necesaria para ensamblar.
Si vienes escaldado de pelearte con muebles DIY de Ikea, no te preocupes. Aquí el montaje es sencillo, limpio y todo encaja a la perfección. La podrás tener lista en unos 30 minutos. Además, se trata de un producto totalmente sostenible y con un coste asequible (a partir de 55€).


Disfrutar del proceso de creación
El propósito de Unai Rollán es que disfrutes de la sensación de formar parte del proceso creativo y que experimentes la satisfacción de crear algo con tus propias manos. Una propuesta para compartir con los más pequeños la lógica de la construcción.

Personalizable y única
La elección del formato silla no es casual. Rollán eligió esta pieza de mobiliario porque ofrece un mayor sentimiento de propiedad, algo muy preciado por los niños… Una vez construida, su pequeño autor gozará mostrándola, usándola e incluso personalizándola. La idea es que cada uno la firme, pinte y coloree a su gusto, haciéndola única e inimitable.


Una silla polivalente
Hamaika está pensada para niños a partir de 120 cm de altura, pero sus posibilidades son infinitas. Puede ser usada por un adulto, como elemento decorativo, taburete o incluso como mesita auxiliar.

Disponible en varias opciones de acabado: natural o pintada a mano (verde salvia o negro mate).
