El estudio de diseño japonés ha diseñado un balón pensado para comunidades empobrecidas. No necesita mancha, porque no se hincha. Es fácil de transportar, porque se envía plano. Y es simple de montar, porque las instrucciones están dibujadas. Así es como el diseño mejora la infancia de los más necesitados.
Un deporte universal… al acceso de pocos
En los países más desfavorecidos, los niños tienen grandes obstáculos para poder jugar a fútbol, uno de los deportes más universales. Les cuesta comprar o acceder a balones. Y, cuando los tienen, aparecen todo tipo de dificultades para su mantenimiento. Sin manchas y sin agujas, el deterioro del propio balón es complicado.
Con la idea de solventar dicho problema, el estudio de diseño japonés Nendo ha creado un balón cuyo tamaño y propiedades aerodinámicas son idénticas a los balones convencionales, pero su construcción, envío y reparación se adaptan a las necesidades de estos niños.
My Football Kid
Inspirado en la tradicional pelota tejida de bambú japonesa, My Football Kid simplifica al máximo el concepto del balón estándar, integrando toda su funcionalidad. Para lograr una pelota que no necesite hincharse, Nendo la ha dividido en 54 piezas, con tres formas distintas, que se ensamblan fácilmente. Así, en lugar de depender de la presión de aire interno, se vale de la elasticidad del material de la superficie para botar y rebotar como cualquier bola.
Teniendo en cuenta que en dichos países es frecuente que los niños jueguen a futbol descalzos, los diseñadores han optado por un material blando que no dañe sus pies. Se trata de polipropileno reciclado y resina sintética elastomérica. Además, si el balón se rompiese, las piezas no les causarían ningún tipo de lesión o fractura. De hecho, si durante el juego alguno de los componentes del balón se desprendiera, la estructura de la bola se mantendrían entrelazada, sin desmontarse.
Otra de las ventajas frente a los balones tradicionales, es que My Football Kid se repara simplemente cambiando la pieza rota. El mantenimiento es mucho más sencillo y económico, logrando ampliar su vida útil al máximo. Por otro lado, el transporte presenta muchas más facilidades. Se envía en plano, desmontado, en paquetes compactos. Más balones por caja, menos coste.
Y aún hay más. Las piezas están disponibles en distintos colores para que cada niño lo monte a su gusto, creado mayor apego con su pelota, única y personalizada.
Además, las instrucciones de montaje son facilísimas de entender por cualquier niño, de cualquier parte del mundo. Están concebidas a modo de ilustraciones, sin texto.
My Football Kid incluye también una bolsa-mochila para transportar el balón allá donde vaya el chaval/a.
Creada por Nendo en colaboración con: nrs, mto
Fotografía © Akihiro Yoshida
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