Los arquitectos Anna Castellà, de Arjub Studio, y Alberto Espinosa han diseñado una estructura en forma de laberinto para el Parc Sant Jordi de Reus. El nuevo playground es una propuesta que potencia el juego libre, inclusivo y en contacto con la naturaleza destinado al disfrute de todos los usuarios del parque.
Nuevas miradas a los parques infantiles
Las zonas de parques infantiles están evolucionando. Cada vez más, los ayuntamientos de pueblos y ciudades toman mayor consciencia sobre la importancia de crear espacios de ocio para niños y adolescentes adaptados a los nuevos tiempos. Y por nuevos tiempos entendemos no solo nuevas formas de jugar y relacionarse con la naturaleza dentro de la ciudad, sino también parques más inclusivos, adaptados, sostenibles y seguros.
Es el caso del nuevo laberinto del Parc Sant Jordi de Reus diseñado por Anna Castellà de Arjub Studio y Alberto Espinosa, arquitectos centrados en la transformación de las ciudades de una forma sostenible. Ambos han concebido el área de juego desde una perspectiva que ayuda a fomentar las inquietudes de sus pequeños y jóvenes usuarios, a la par que potencia el contacto con la naturaleza.


El laberinto de Reus
Con casi 2.250 m2, el Parc de Sant Jordi es el espacio verde más grande de la ciudad de Reus (Tarragona). Siempre ha sido uno de los emplazamientos más queridos por los ciudadanos, que acuden a él para pasear y disfrutar de un espacio natural en medio de la urbe. Por ello, el nuevo playground debía integrarse de forma óptima, respetando el entorno natural y la vegetación, a la vez que aprovechase sus ventajas.
En una fase previa al diseño, los arquitectos analizaron la antigua zona lúdica del parque, el perfil de edad de sus usuarios y sus necesidades. Concluyeron que su propuesta debía aportar originalidad, convirtiéndose en un nuevo lugar de referencia, singular y reconocible. Además, debía complementar las carencias carencias lúdicas hasta el momento, destinándolo a personas con diversidad funcional, niños, adultos y también adolescentes.
Así, el nuevo laberinto es totalmente polivalente. Cada uno lo disfruta a su manera. Sin reglas. Con total libertad. La sensación de reto es una constante. No solo los más menudos se sienten atraídos a corretear entre la estructura laberíntica, sino que también llama la atención de los chicos y chicas jóvenes, un público difícil de animar a jugar al exterior y hacerlo
interactuar más allá de las pantallas…

Niños libres, adultos tranquilos
La transparencia de la estructura es deliberada. Su intención responde a la necesidad de garantizar una buena visibilidad desde cualquier punto, evitando rincones oscuros.
Otra de las demandas del ayuntamiento fue que se tuviera en cuenta la inclusividad y la perspectiva de género. Bajo esta premisa, los arquitectos han vertebrado el proyecto.

Alejado de estereotipos y diferente a todo lo que ha habido hasta el momento en el parque, el laberinto invita a vivirlo de mil formas distintas. Logra establecer nexos lúdicos de todo tipo, no solo de juego, sino también en relación con su contexto y la narrativa que se desprende en torno a la ubicación concreta en el lugar.
Escondido entre los árboles, interpela a la exploración y al descubrimiento, visualizándose de manera diferente según el ángulo desde donde se observe.

Estructura y materialidad
Con una altura de 1,5 m, la estructura se conforma a partir de una trama de ejes tridimensionales de 1,5 x 1,5 x 1,5m que dan forma espacial, secuencian y modulan el juego. Los perfiles tubulares se entrelazan de dos maneras diferentes, que responden a la diferenciación básica del laberinto entre paso-recorrido o muro-delimitación. Y las formas singulares geométricas le aportan carácter y amenizan el recorrido.


Sus medidas ayudan a crear percepciones espaciales totalmente diversas según la edad y altura de los usuarios. Para los niños, libertad y caos donde correr, trepar y esconderse. Para los adultos, visibilidad y tranquilidad.
Por otro lado, los colores están escogidos para evidenciar la diferencia entre la estructura base modulada a 1,5 m y los elementos singulares.

Un laberinto de proximidad
La producción de proximidad es una de las piedras angulares de Arjub Studio. Por ello, a la hora de diseñar el laberinto se han tenido en cuenta criterios de sostenibilidad y costes. La estructura está concebida de tal manera que la producción se ha podido sistematizar
para abaratar la fabricación.
El laberinto se ha diseñado exclusivamente para el Parque Sant Jordi. No procede de ningún catálogo o fabricante de juego. Esto ha permitido poder hacer un proyecto a medida, adaptado al entorno, fabricado por un herrero local.


En cuánto a la homologación y seguridad, una empresa especializada ha hecho todas las comprobaciones pertinentes de resistencia y cumplimiento de normativa.
Obra: Laberinto
Autores: Anna Castellà (Arjub Sudio) y Alberto Espinosa
Ubicación: Parque Sant Jordi. Reus
Año: 2022
Superfice construida: 200m2
Fotografía: Alba Rodríguez
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