Situada en Girona, justo al lado de la heladería Rocambolesc, el nuevo local es un deleite para los adictos a los golosinas. El interiorismo, de Sandra Tarruella, transporta a sus visitantes a un mundo de fantasía irresistible.
Rocambolesc evoluciona
El goloso universo de Jordi Roca, el pequeño de los tres hermanos y principal impulsor de las heladerías Rocambolesc, sigue creciendo. En esta ocasión, lo hace en forma de confitería, en la misma finca de la calle Santa Clara de Girona. Sus deliciosas propuestas van conquistando paladares acompañadas por espacios que cautivan a niños y adultos, diseñados por Sandra Tarruella Interioristas.
En esta ocasión, la confitería está impregnada por colores granates y rosados combinados con blanco; mientras que los toques verdes y amarillos ayudan a potenciar la luminosidad.
Las formas curvas y el color de la carpintería de la fachada, así como los toldos, dan continuidad a la heladería adyacente. Con estas sencillas referencias visuales, los transeúntes relacionan de manera inmediata ambos locales.
Mientras la heladería, inaugurada en 2012, ofrece los polos y cucuruchos más cremosos y sabrosos ideados por Jordi Roca, en la confitería encontramos todos los productos creados y evolucionados a lo largo de los años, como su mítica mona de Pascua, chocolates o bombones.
Carácter propio
Para diferenciar una de la otra, Tarruella ha creado un interior con identidad propia. Ahora, al tratarse de productos muy cambiantes, el estudio de interiorismo ha tenido que ingeniárselas para diseñar un sistema expositivo versátil, que permita exponer desde una almendra a caramelos o «la nariz de Jordi Roca». De esta manera, el interiorismo va adaptándose en función de los tamaños, formas y colores de los artículos y los packagings de cada temporada (cuadrados, redondos, triangulares…). Nada es estático. Todo evoluciona de forma conjunta para dar cabida a la infinita creatividad de los Roca.
Tarruella ha reinterpretado esta diversidad de producto también mediante el uso del color y las formas irreverentes. Toda la confitería nos transmite alegría y buenas vibes. Y esto es lo que, precisamente, hace que sea única y merezca la pena visitarla ¡al menos una vez a año!
Expositores flexibles
En tan solo 25 m2, el estudio de interiorismo ha logrado aprovechar cada centímetro del local. Para crear mayor sensación de amplitud, ha descubierto el techo de bovedillas. La pared frontal, donde se expone la mayor parte de producto, sirve a su vez de escaparate, y se complementa con un mueble empotrado que combina formas curvas y rectas.
En el centro encontramos una gran mesa mesa redonda, con doble funcionalidad: la zona de pago, pero también ¡la de desgustación!
Desde la calle, las grandes cristaleras cuentan con dos estantes de cristal (apoyados directamente sobre la carpintería).
Con todos estos colores, formas y materiales, el estudio logra crear la atmósfera perfecta que congenia con los deliciosos dulces de la nueva confitería. ¡Irressistible!
Rocambolesc confiteria. Carrer de Santa Clara, 50, 2n, 17001 Girona
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